Nuestra Historia
La fundadora Flor Marín descubrió su vocación desde temprana edad y comenzó su compromiso caminando por las calles, compartiendo noches enteras con personas sin techo. Empezó a interiorizarse con más profundidad en el Barrio de la Cava, generando vínculos cercanos con cada familia, procurando abrazar cada necesidad.
Desarrolló un estilo de vida comunitario, decidiendo convivir y dormir junto con las personas que se encontraban atravesando problemáticas de adicciones, abandono, violencia y marginalidad.
En 2014 recibió la invitación de viajar a Colombia para formar un centro comunitario con un grupo de jóvenes. Al volver, buscó una casa en el partido de Tigre, compró 10 cuchetas y esperó que llegaran los que estaban buscando ser abrazados y descansar.
Así comenzó en el 2016 Libertad Eterna con su primer Casa-Hogar para hombres jóvenes adultos con el objetivo de crear un espacio de inclusión residencial donde brindar atención y acompañamiento que promueva la restitución integral de la persona. Los resultados fueron más que satisfactorios, a tal punto que adolescentes del barrio, espontáneamente, se acercaban a pedir ayuda y un lugar para quedarse.
Primer Casa-Hogar.
Ese proceso coincidió con el interés del Organismo de Niñez de la Provincia de Buenos Aires en firmar un convenio de colaboración para abrir una segunda casa como Hogar de Niños Especializado en Adicciones en la calle Williams, también en Tigre.
Así, en el año 2019 comenzó a funcionar el Hogar Convivencial Especializado, encargado de la protección, acompañamiento y cuidado de niñas, niños y adolescentes de 8 a 14 años que, por circunstancias de vulnerabilidad excepcional, requieran la adopción de una medida de abrigo judicial y ser recibidos en un espacio de convivencia alternativo al grupo familiar.
En la actualidad hay más de 80 niñas, niños y jóvenes en los 6 dispositivos de atención residencial
Segunda Casa-Hogar.